miércoles, 18 de junio de 2008


Oh Julio... te mueves entre mis manos con forma de papel.
Te llevo entre las horas que se hacen infinitas por las ausencias que se imponen, y terminan por desarmar los cristales azules.
Ah Julio... hoy como todos los dias busco tus palabras para tejer uja historia incoclusa, sin juegos que me perimitan acercarme a tu nombre, sin rayuelas amarillas y despintadas por el tiempo.
Ahora sé Julio, todos sabemos que tu voz es distinta. Y aunque me prohiban enmancarla bajo los nombres que dibujas, siempre aparece detrás de Horacio por ejemplo, para recordarme que no estoy sola en esta terraza sin tiempo.

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